En estas páginas, Bermejo presenta ciento cincuenta oraciones de agradecimiento, expresando con palabras la reacción de unos ojos que miran, ven y nombran realidades sencillas y humildes, y al reconocerlas, provocan una profunda gratitud.
Este acto de verbalizar el agradecimiento y dirigirlo al Padre bueno genera un dinamismo humanizador, ayudándonos no solo a identificar lo bueno en nuestras vidas, sino también a disfrutar de ello plenamente.
La gratitud, según Bermejo, no solo es un acto espiritual, sino que también beneficia nuestra salud, propicia el buen humor y nos convierte en personas más amables, mejores y más humanas. Este libro continúa la línea de sus títulos anteriores en la misma colección: Gracias por la vida, Padre bueno, gracias por la vida, y La bondad de dar gracias. Todos ellos buscan ablandar el corazón y fomentar un diálogo íntimo con Dios, el Padre bueno.
De venta el librerías y en www.humanizar.es
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