Así se llama en terminología propia del Centro de Humanización de la Salud el día en que los trabajadores se reúnen en torno al fuego, a la mesa, a la mirada fuera de la tarea cotidiana, para intercambiar entre sí y dar paso a reflexiones que ayudan al conocimiento de las propias raíces como institución propia de los religiosos camilos. El día 4 de enero, en la “bodega san Camilo”, José Carlos Bermejo ha recordado, para iniciar el día, que la fase de desarrollo y adultez propia del Centro, reclama crecer no tanto en servicios y actividades (las ramas de un árbol), cuanto en profundización y robustecimiento de las raíces. Nos quedará siempre por descubrir el potencial humanizador de la persona de Jesús y del carisma camiliano como fuentes inagotables y saludables de una atropología y de un “buquet” propio de nuestra Organización. Una jornada disfrutando “humanizándonos para humanizar”.
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